El viejo Tomás de Aquino habla sobre la diferencia de la Ley Antigua y la Ley Nueva (S Th 1-2, 106-108). Enseña que “lo principal en la ley del Nuevo Testamento y en lo que está toda su virtud es la gracia del Espíritu Santo, que se da por la fe en Cristo. Por consiguiente, la ley nueva principalmente es la misma gracia del Espíritu Santo, que se da a los fíeles de Cristo.” Así como la ley nueva fue entregada a Moisés escrita en tablas de piedras, la ley de la fe está escrita en los corazones de los fieles. “La principalidad de la nueva ley está en la gracia del Espíritu Santo...
Si querés seguir leyendo te vas a tener que ir a mi nueva dirección.